Mexican Metal Market
por Miguel Ángel
Aviso Importante: Esta iniciativa puede encontrarse en fase de idea. Será responsabilidad de las personas con interés en hacer una simulación de inversión de carácter informativo exclusivamente, el darle seguimiento al emprendedor, hacer el correspondiente análisis legal y financiero, y de llegar a un acuerdo entre las partes, concretarán la intensión de participación realizando la aportación económica directamente en la cuenta bancaria de la iniciativa. Las aportaciones económicas para esta iniciativa no se realizan a través de Inixar. Inixar no es una institución tecnológica financiera, sólo facilita el acercamiento entre personas.
Creado por
Miguel Ángel
Sobre este Proyecto
¡Hola! Mi nombre es Miguel Ángel Vilchis y soy CEO de Mexican Metal Market. Después de ser director de la empresa familiar de reciclaje industrial por dos años, decidí involucrarme de lleno en el proceso de comercialización de productos metálicos nuevos y encontré una novela digna de un capítulo de Dirty Money.
Venta de material en pésimas condiciones, pésimo servicio al cliente y precios fluctuantes a como se le de la gana al vendedor. ¿Por qué? Porque de esa manera estas empresas aumentan sus profits. Sin embargo, hay empresas más profesionales que basan sus precios de compra en ciertos indicadores internacionales como el London Metal Exchange (LME) o el American Metal Market (AMM); y sí, nuestro nombre está basando en AMM jaja.
Tras 8 meses de investigación de malas prácticas en la industria concluí que era un problema muy grande que eventualmente podría solucionar con mucho dinero y un gran equipo; sin embargo, ahorita es sumamente complicado. Es por eso que empecé a analizar el mercado y los indicadores para entender cómo se comportaban los mercados y qué era lo que realmente generaba impacto para que los precios subieran o bajaran.
Lo que me llamó la atención tras analizar miles de datos, fue la diferencia en precios por regiones del mundo. ¿Por qué el aluminio es más caro en México que en Francia? O ¿por qué si Estados Unidos tiene tantos metales, sus precios son tan caros? Y con ese análisis de datos descubrí patrones. Patrones que me llevaron a entender las necesidades de cada país. Ahora todo tenía sentido.
Fue así como lancé una hipótesis sobre el cobre y el aluminio en México. No hay. Al menos no suficiente, eso pensé. Y fue que decidí acercarme de nuevo a la industria a validar mis hipótesis y ¡bingo! La hipótesis basada en mis conclusiones de los datos fue correcta. Ahora tenía que conseguir el supply y ahí fue cuando volví a hacer uso de los datos para descubrir en qué país lo podríamos conseguir al mejor precio posible. Volví a hacer dos hipótesis y ¡bingo! Nuestro sistema funciona. Fue así que decidimos abrir nuestra oficina en Asia para captar materiales de Taiwan, Indonesia y China. Con ayuda de mi equipo allá logramos hacer alianzas con proveedores para nosotros cubrir la demanda en México y fue así como todo comenzó.
Se podría decir que vine buscando cobre y encontré oro. Pero mas bien vine buscando fierros y encontré cobre, aluminio, tungsteno, níquel y muchos metales que están escasos en México y en otros países de América.
Venta de material en pésimas condiciones, pésimo servicio al cliente y precios fluctuantes a como se le de la gana al vendedor. ¿Por qué? Porque de esa manera estas empresas aumentan sus profits. Sin embargo, hay empresas más profesionales que basan sus precios de compra en ciertos indicadores internacionales como el London Metal Exchange (LME) o el American Metal Market (AMM); y sí, nuestro nombre está basando en AMM jaja.
Tras 8 meses de investigación de malas prácticas en la industria concluí que era un problema muy grande que eventualmente podría solucionar con mucho dinero y un gran equipo; sin embargo, ahorita es sumamente complicado. Es por eso que empecé a analizar el mercado y los indicadores para entender cómo se comportaban los mercados y qué era lo que realmente generaba impacto para que los precios subieran o bajaran.
Lo que me llamó la atención tras analizar miles de datos, fue la diferencia en precios por regiones del mundo. ¿Por qué el aluminio es más caro en México que en Francia? O ¿por qué si Estados Unidos tiene tantos metales, sus precios son tan caros? Y con ese análisis de datos descubrí patrones. Patrones que me llevaron a entender las necesidades de cada país. Ahora todo tenía sentido.
Fue así como lancé una hipótesis sobre el cobre y el aluminio en México. No hay. Al menos no suficiente, eso pensé. Y fue que decidí acercarme de nuevo a la industria a validar mis hipótesis y ¡bingo! La hipótesis basada en mis conclusiones de los datos fue correcta. Ahora tenía que conseguir el supply y ahí fue cuando volví a hacer uso de los datos para descubrir en qué país lo podríamos conseguir al mejor precio posible. Volví a hacer dos hipótesis y ¡bingo! Nuestro sistema funciona. Fue así que decidimos abrir nuestra oficina en Asia para captar materiales de Taiwan, Indonesia y China. Con ayuda de mi equipo allá logramos hacer alianzas con proveedores para nosotros cubrir la demanda en México y fue así como todo comenzó.
Se podría decir que vine buscando cobre y encontré oro. Pero mas bien vine buscando fierros y encontré cobre, aluminio, tungsteno, níquel y muchos metales que están escasos en México y en otros países de América.
