I. ¿Quién soy? 

• Fausto Castillo; Fausto, Faus.
• 41 años
• Nacido en CDMX, crecí en CDMX, EDOMEX, MICHOACÁN, GUERRERO. Actualmente vivo en BC...y lo adoro. Amo mi ciudad Tijuana. Sus atardeceres, su comida y su gente.
• Soy economista, pero sobre todo soy muy curioso.
• Puedo pasar horas viendo videos, libros y blogs, de historia y fotos de ropa. Me encanta la sastrería, hago mis pininos pero aún no tengo escuela. Soy un activista de la caminabilidad y el diseño de ciudades. Disfruto cantar, caminar, dormir. Amo comer. Respeto mucho a los animales.
• Creo que mi personalidad se definiría con las palabras: Paciente, metódico, apasionado.
• De niño quería ser de todo, charro, espía, torero, boxeador...de grande quise ser Etnomusicólogo; por suerte terminé siendo economista.
• Lo que más me apasiona en la vida es luchar junto con otros, despertar conciencia respecto a que no podemos dar pasos atrás en la habitabilidad y sostenibilidad de nuestros espacios y nuestra convivencia. La construcción política. Por eso hago activismo; soy profe universitario, cosa que adoro; y ahora soy un emprendedor social.
• Mi vida ha estado llena de pequeños privilegios, amor y oportunidades. Por eso mi espíritu social. Porque creo que, todos deberían tener, al menos, lo que yo he tenido.
• La inspiración para esta iniciativa viene de The Suited&Booted centre, El Banco de Ropa de Hermosillo, El Banco de Ropa de la Corporación Minuto de Dios, Cooperativa Roba Amiga; los maestros sastres con los que platico, y los niños de la Casa Hogar Belén.

II. ¿Qué hay en mi cabeza?

• Una vez recuerdo que oí a Kofi Annan refiriéndose a la globalización o al desarrollo y dijo que "debe funcionar para todos, o no funcionará para nadie"
• Yo no escribí esto, pero tengo presente: "Que el privilegio no te quite la empatía" y "Si tu derecho no es accesible para todos, entonces tienes un privilegio"

III. ¿Qué hay en mi corazón?

• La primera idea: Hace 10 años, a partir de la fotografía me acerqué al mundo del attaire masculino. Poco a poco comencé a conocer sastres y encargarles ropa, los comencé a valorar y darme cuenta como habían perdido clientes por la invasión de la ropa barata. El mercado ha estado matando este arte tan bonito e importante, afectando a comunidades de pequeños productores, proveedores y artesanos. Hubo más acceso a ropa, es verdad, pero de menor calidad.
• La suma de los hechos: 1) la velocidad de producción requerida para mantener los márgenes de ganancia de la industria, tienen un costo ambiental altísimo, que se hizo más evidente con el cambio climático. 2) Hace unos años comenzaron a surgir noticias de como las grandes marcas recurren a una producción semi-esclavista para poder llevar productos baratos al mercado, manteniendo sin embargo, altos márgenes de ganancia. 3) Desde hace tres años me he involucrado en campañas de colecta de ropa para personas que lo han perdido todo, como en los sismos de 2017 o las inundaciones de 2018; y también he podido cooperar en conseguir donaciones para  la Casa Hogar Belén, 4) cuando comencé a valorar la ropa como un lenguaje además de una protección, me di cuenta que a unos la ropa ni les protegía, ni les otorgaba dignidad, es más, ni siquiera tenían ropa y si la  tenían era ropa que no habían elegido.
• Fue entonces que pensé ¿Cómo puedo hacer para proponer algo que involucre mejorar un poco todas las problemáticas descritas?
• Yo había leído algo sobre solidaridad, comercio justo, cooperativas, economía colaborativa, economía circular; y fue entonces que sume ideas y parí una idea que creí una novedad, pero cuando investigué me di cuenta que ya existía: bancos de ropa
• Entonces noté que mi idea era un poco más adicionada, quitaba el estigma de "desposeído" al beneficiario; y además mi propio desarrollo/expertise permitiría que el banco tuviera un papel activo en acercarse recursos físicos y financieros.
• Sin embargo, mi idea aún no estaba completa, faltaba una guía de largo plazo, una brújula; fue entonces que recordé como me impresionó cuando en 2006, el profesor Yunnus ganó el Nobel con una idea sencilla y que yo entendí como: usar la imaginación para ayudar, ayudar poco pero de manera viral e incremental, hasta que no se necesite más ayuda. Fue cuando me di cuenta que por ahí era.

• Quiero hacer un banco de ropa que no tenga desperdicio. Que no necesite de la caridad para su sobrevivencia, y que no solo sea autosustentable financieramente, si no que además emplee personas otorgándoles un salario digno. Estoy convencido que una de las flaquezas del activismo es que depende del voluntariado, y a veces no hay voluntad.  
• Me importa, porque es algo que reúne muchas cosas que me apasionan: "lograr que todos tengan, al menos todo lo que yo he tenido", "no dar pasos atrás en la habitabilidad y sostenibilidad de nuestros espacios y convivencia", y  me da una razón para estar en el mundo fantástico del attaire.
• ¿Por qué ahora? ¿Porqué no ahora?. El planeta no puede más. Tijuana está a una vuelta de tuerca de su insostenibilidad (explosión demográfica, gentrificación, sequía). Ya no es posible creer, en el retiro a los 65; por tanto, si me voy a retirar con traje de madera, al menos que sea haciendo algo que me apasione, y de paso, haga una diferencia.

• Cuánto necesito: 225 mil pesos
• En qué tiempo pienso lograrlo: 30 días
• Para qué es: 
  Capital semilla para iniciar operaciones
  42% Apoyo al personal y voluntarios
  28% Renta y adecuaciones mínimas del local
  28% Gestión: papelería, viáticos, telecomunicaciones y consumibles
  5% Extras, fees, gasto no programado

• Hay tres recompensas:
  a) Para quien dona entre 300 y 299 pesos: Agradecimiento en redes para los que se animan por donar de 300 a 2999;
  b) Para quien dona entre 3000 y 7999 pesos: 5 horas de servicio personalizado en Asesoría de imagen o Creación de fondo de armario o Auditoría de closet o 2 horas de plática grupal sobre el tema;
  c) Para quien dona de 8000 pesos en adelante: 8 horas de servicio personalizado atendiendo dos elementos a elegir entre Asesoría de imagen o Creación de fondo de armario o Auditoría de closet o Acompañamiento en compras o un taller de 4 horas en uno de los temas anteriores
• La opción a) se refleja en un lapso de 24 horas, las opciones b) y c) se agendan en cuanto se cumpla el plazo de recaudación, se llegue o no a la meta; y tienen una vigencia de 12 meses a partir de la donación.

• Involucrarte es muy fácil
• Cuando veas la alegría de un niño de orfanato que recibe unos tenis o una muda de ropa de su agrado, te darán ganas de agradecer y preguntar ¿Porqué no me involucré antes?
• Te reto. Invítame a auditar tu closet.
• Te prometo que con un closet ordenado y una vestimenta definida, predicarás las bondades de involucrarte en el BASORT; y cuando descubras como pequeños esfuerzos salvan al planeta y dignifican  a las personas, alucinarás.
• Lo más importante...es que solo funciona si tu eres parte de